05 enero, 2008

EL REY ARTURO Y EL ESPIRITU DEL GRIAL.

En Inglés: "King Arthur and the Spirit of the Grail" http://morarwen.livejournal.com/tag/celts

Artículo publicado en revista ECOVISIONES....




INTRODUCCION:

Examinando las estrellas, descubrió secretos profundos, de los que no hablaba sin estremecerse.”Wolfram von Eschenbach.1
Hay lugares en la tierra que ocultan fantásticas historias, tradiciones que se han quedado arraigadas en los árboles y en las piedras, sitios estremecedores que relucen, como un eco celestial, el curso de las estrellas sobre el itinerario de los hombres y sus espectaculares hazañas.
Glastonbury, la ciudad o isla de cristal, donde estaría la tumba del rey Arturo, es uno de esos lugares de poder... Un especial aire de encanto aún roza a los visitantes, cierto espíritu que conecta a los viajeros con una dimensión intemporal, una percepción que invita a recorrer la historia como si se tratara de un arcano indescifrable.
¿Quiénes eran y dónde están el rey Arturo, Ginebra, el hada Morgana “la nacida del mar”, Parzival, Lancelot y tantos otros que cobran vida en cada ciclo de las “sagas” artúricas? ¿Qué extraño misterio rodea a los antiguos pueblos celtas con tradiciones que cruzan el planeta en insospechados espacios y centros? ¿Es el Grial el recipiente que contiene la sangre de Cristo? ¿Corresponde el Santo Grial (San Graal) a su misteriosa descendencia oculta? ¿Es el Grial el secreto que les costó la vida en los albores de la Inquisición a los cátaros y posteriormente a los caballeros templarios? O bien ¿es el símbolo universal de los seres “puros de corazón” que se internan en los aventurados laberintos de la magia tratando de descifrar los enigmas más profundos de la vida?
Sin duda, muchos han sido los buscadores que se han sentido llamados a explorar en estos maravillosos relatos intentando respuestas a éstas y a otras innumerables interrogantes. No es sólo un afán intelectual, es algo más, es como si desde muy en lo profundo sintiéramos que nuestro propio espíritu comienza a despertar, inexplicablemente conmovido, de un largo y embriagador sueño.



LA HISTORIA DEL REY ARTURO Y EL GRIAL
Poco sabemos de los pueblos originarios de la actual Gran Bretaña, sin embargo existe evidencia histórica de la llegada de diversas tribus celtas a esos territorios unos cinco siglos antes de C. Así, la actual Irlanda, Escocia e Inglaterra van a compartir un origen común que las hermana con las tradiciones de estas ancestrales culturas. Un caso especial lo constituyeron los llamados “pictos” un pueblo que habitó el norte de Inglaterra (Escocia) y que los romanos llamaron de este modo porque acostumbraban a pintarse sus cuerpos con espectaculares dibujos. No se sabe con certeza si este remoto pueblo fue una de las tantas tribus indoeuropeas de los celtas, pero de cualquier modo es un hecho histórico que en el siglo IX después de C. el rey, Kenneth Mc Alpin 2, unió a los “picti” con sus vecinos pueblos celtas, los escotos, es decir, aquel pueblo que daría su nombre a Escocia y que había llegado desde Irlanda para fundar el reino de Dalriada (Dál Riada) antes del siglo V d. C.
En tanto, al sur de la Isla, ya en el año 55 a. C. el emperador romano Julio César había visitado las costas de Britania3 haciendo gala de sus ambiciones expansionistas y no trepidó en intentar aniquilar todo signo de resistencia que los aguerridos guerreros celtas pudieron oponerle. Aun cuando César fue sistemáticamente derrotado en esas esquivas costas, la maquinaria militar romana comenzó un proceso de avance sostenido que sólo concluyó cuando el emperador romano Claudio terminó de conquistar esas hermosas tierras (con la excepción de Gales y la Escocia de los “inmortales” Highlanders). La gesta “civilizadora” fue tal que el rey celta de los caledonios, Calgacus, el año 84 d. C. espetó a Roma estas inmortales palabras: “¡Convirtieron esto en un páramo y lo llaman paz!”.
Siglos más tarde, el rey visigodo Alarico conquista Roma, lo cual deja a Britania sin la protección del Imperio, esto va a posibilitar que ya a partir del siglo V, primero los sajones, y luego los anglos y los jutos, todos pueblos germánicos, comenzaron a alcanzar la parte meridional de la Isla. Se inicia así uno de los episodios más heroicos de la legendaria historia británica, cuyas ensoñadoras aventuras deleitarán los espíritus indómitos de incontables generaciones.
En efecto, por el año 475 habría de nacer un hombre cuya existencia es en sí misma toda una gesta. Su nombre: Arturo.


LA LEYENDA DE ARTURO Y EL GRIAL

La tradición dice que el druida Merlín4 por medio de un pacto convenció al Rey Uther Pendragón para que cuando naciera el hijo de éste y la reina Ygerne se lo cedieran en forma secreta para su educación. Así, la existencia de este futuro rey sería un hecho absolutamente desconocido para la mayor parte del pueblo. Su crianza, atendida por este enigmático sabio, recuerda uno de los aspectos más característicos de la tradición celta. En efecto, en esta mágica cultura, los druidas serían los encargados de formar a los futuros guerreros no sólo en las artes marciales de la época, sino además en todo lo referente al conocimiento de los arcanos de la naturaleza, como el uso de las hierbas y algunas fabulosas prácticas vinculadas a los misterios de los árboles, entre ellos el roble, la encina, el manzano o el arce. Pero además el druida se encargaba de enseñar a los jóvenes todo lo concerniente a las leyes de la comunidad, en consonancia con los ciclos del universo.
De este modo el futuro rey fue privilegiado con los conocimientos y la sabiduría de este poderoso shamán de las más arcaicas tradiciones espirituales del planeta. Recordemos que el nombre Arturo viene de “Artehe”, cuya raíz significa “oso”, he aquí otro de los enigmas que relacionan esta leyenda con otras fabulosas mitologías de la humanidad5. Sería el propio Merlín quien le entregaría a este heroico rey los fundamentos de la Tabla Redonda6, a cuyo alrededor se ubicaban 49 valientes caballeros y además existía un espacio vacío, el que estaba asignado en forma especial a un guerrero, quien debía demostrar ser digno de ocupar aquel simbólico sitio.
Pero bien, después de la muerte del rey Uther Pendragón el trono quedó vacante, es así que el propio Merlín ideó un estratagema para que su legítimo sucesor tomara su lugar en el reino.


LA ESPADA EXCALIBUR
Arturo, criado como el hijo de Antor (Néstor) y el hermano de Kai, no podía sospechar que era el verdadero hijo del rey Uther y la bella Ygerne, en otras palabras, el legítimo sucesor de la corona británica. Pero Merlín, quien lo había visto convertirse en un apuesto y valiente joven, tenía preparada una especial sorpresa.
En la cima de un cerro que lindaba con un bosque apareció una espectacular espada, cuya empuñadura cincelada en oro fino refulgía con miles de colores, hundida hasta la guarnición en un yunque de hierro, el que se encontraba sobre una grada que parecía ser de mármol y que a su vez estaba sobre una gran piedra cuadrada. Era la legendaria Excalibur7, la espada de la soberanía. La gente del pueblo se congregó en torno al prodigio y allí vieron aparecer una inscripción que afirmaba que quien retirara la espada del yunque sería el futuro rey. Entonces el joven Arturo, casualidad tras casualidad, tomó sin dificultad el arma ante el asombro de todos. El arzobispo cumplió entonces con la promesa de otorgarle al ganador la corona del reino, siendo aplaudido por los maravillados habitantes del pueblo. “Sin duda, he aquí otro de los trucos de Merlín”, comentaban algunos, mientras el sabio contemplaba silenciosamente la escena transformado en un discreto mendigo.
Así es como, dice la tradición, Arturo llegaría a convertirse en el rey de Britania...8


EL GRIAL, UN CAMINO DE HEROES.

“En el antiguo Egipto, el vaso era el jeroglífico del corazón. La ‘copa’ del Tarot corresponde también al ‘corazón’ de los naipes (...)”.René Guénon: Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada.
Uno de los primeros autores en mencionar el Grial habría sido Roberto de Boron, quien escribió tres obras fundamentales: José de Arimatea; Merlín y el Perlesvax (Perlesvaus). A este autor sucedió el clérigo francés Chrétien de Troyes9 quien dice que descubrió la historia en un libro del viudo Felipe de Alsacia, conde de Flandes, amigo de su patrona, Marie de Champagne. Otro de los autores que ha sido reconocido por aportar con su propia lectura a este enigma, es el escritor nacido en Franconia, pero criado en Baviera, Wolfram von Eschenbach10, quien señala que su fuente es el “poeta Kyot”, el que durante su estadía en España habría oído la historia de parte de un alquimista venido de oriente, Flegetanis “Un erudito por naturaleza, descendiente de Salomón”. Ciertamente, todas estas fuentes son tan insondables y misteriosas como el propio relato, lo que le otorga un atractivo adicional a estas fascinantes narraciones.
Se dice que el Grial es un vaso o copa sagrada, aun cuando algunos sostienen que se trata de una piedra caída de la frente de Lucifer, mientras otros afirman que el Grial es sin duda un libro, o bien un objeto inmaterial. En esta multiplicidad de visiones los distintos autores han tratado de desentrañar el enigma del Grial siguiendo el heroico itinerario de sus personajes. Así van transitando el caballero Galaad (Galehaut), cuyo nombre significaría “multitud de
testigos” y representa el ideal cristiano de un hombre “puro” en su búsqueda del Grial. Otro fundamental caballero, introducido en el ciclo por Chrétien de Troyes, es Lanzarote del Lago (Lancelot). Su travesía se despliega como una mirada profunda al guerrero perfecto, educado en los bosques por Viviana, “la dama del lago” el amor en la eternidad del sabio Merlín. Este personaje es manifiestamente una recreación del célebre Lugh de la Larga Lanza, el dios celta que se une al clan de la diosa Dana del mismo modo como Lanzarote se acerca a la fraternidad de la Tabla Redonda. En ausencia de Merlín, será el nuevo compañero de Arturo, de allí las iniciaciones mágicas de Viviana, la compañera del sabio. Su pasión desenfrenada por Ginebra11, la esposa de Arturo, es la expresión de un amor profundo que emerge del corazón de los guerreros, el vaso sagrado de tantas tradiciones.
Finalmente está Perceval12 el galés. Éste es el caballero que se interna en los mundos llenos de aventuras de los guerreros espirituales, que habitó por distintos laberintos, que llegó a Camelot y a otras ciudades encantadas deleitándose con sus ensueños, que conoció el misterio de los misterios al encontrar el símbolo sagrado que no buscó. Es la historia de aquel joven puro que un día sintió el llamado de sus hermanos los pájaros, (el llamado del cielo) y dejó a su madre “viuda” (la tierra), para emprender maravillado el sendero con esa loca pureza de los caminantes, en su fascinante y arrebatadora marcha tras el espíritu del Grial.


ARTURO, EL REY OSO
Efectivamente, la raíz del nombre Arturo es “arktos”, partícula céltica “art”, que significa oso. Este es un aspecto enormemente significativo en las antiguas tradiciones y especialmente en la celta. Así tenemos que entre los antiguos celtas el oso era el animal símbolo de las castas guerreras. De allí que el surgimiento de Arturo constituyó el nacimiento de un nuevo ciclo que sucedía al de las castas sacerdotales (animal símbolo jabalí) y que se unen tradicional y armónicamente en la conjugación Merlín – Arturo. La palabra “ártico”, por cierto, posee la misma raíz.
Estos elementos van a entrar en una especial coalescencia con los relatos de otras ancestrales culturas. Por ejemplo, en la enigmática China se cuenta que el gran héroe Yu, habiendo nacido directamente del cuerpo de su padre Kun (quien se había transformado en un oso pardo) tenía la capacidad de ejecutar una espectacular danza transformado él mismo en un oso, por medio de la cual podía viajar hasta las estrellas (configuración de la “Fanega del Norte” u Osa Mayor, la misma a la cual los galos llamaban “el carro de Arturo”). Mil años después, los shamanes de la dinastía Chou seguían ejecutando el famoso “paso del Oso “ que vinculaba a la tierra con el cielo. Por otra parte, entre los pueblos cherokee y los creek se desarrolló la creencia que los Osos eran hermanos de un “octavo clan” los que se habían sacrificado para permitir la supervivencia de toda la comunidad en tiempos remotos. Por su parte la diosa griega Artemisa, está ligada etimológicamente al oso, incluso existía un antiguo ritual femenino de consagración a esta deidad que conectaba a las vírgenes en la etapa prenupcial con este animal, por ello se las llamaba “arktai”, es decir, “las osas”. Entre los pueblos nórdicos, además, el dios Odin (Wotan) era representado también como un oso, el que en oportunidades aparece además acompañado por un lobo. Recordemos asimismo que el lobo es, en la tradición artúrica, el fiel compañero del druida Merlín.



Notas: EL REY ARTURO Y EL ESPíRITU DEL GRIAL
1 Apud: Evola, Julius. El misterio del Grial. Ed. Plaza y Janes, Barcelona, España, 1975, p.93.
2 Vid. Ecovisiones Nº 2. “El cine y las tradiciones celtas”. Obsérvese la raíz de este nombre con relación al antiguo reino de Albión y su analogía con el color blanco.
3 El nombre “Islas Británicas” fue dado por el expedicionario griego Pytheas, quien en el año 325 a. C. bautizó a las islas con el término “Pretannicas”, expresión que proviene de la voz “prython” (bretón) y que significa “país de los hombres tatuados”. Ahora bien, según algunos textos del ciclo, el nombre sería la derivación del nombre Brutus, el hijo de Eneas, uno de los sobrevivientes de la antigua ciudad de Troya, que habría llegado a estas islas, asentándose en la península de Cornualles, donde se encontraron con los 24 gigantes (...) Vid. Historia Regum Britanniae de Godofredo de Monmouth, apud Markale, Jean: El ciclo del grial. El nacimiento de Arturo. Ed. Martínez Roca, Barcelona, España, 1996.
4 Vid. Ecovisiones Nº 2. Ibídem, Notas. Merlín además habría sido el constructor de uno de los imponentes megalitos circulares de Bretaña. Según el poético relato su cuerpo descansaría en los bosques de Brocelandia, bajo una gran piedra, en los brazos de Viviana “la dama del lago”, rodeado de un círculo de rosas y cubierto por un manto de luciérnagas...
5 Ver recuadro.
6 Esta tabla (mesa) redonda suele confundirse con la tabla de José de Arimatea quien, según la tradición cristiana del Grial, debía resguardar el cáliz con la sangre de Cristo y llevar su mensaje hasta las lejanas tierras británicas. Esta mesa, sin embargo, tenía sólo12 asientos, más uno que debía estar vacío (el sitio de Judas). Cuenta la leyenda que cuando alguna persona osó sentarse en ese lugar (como le ocurrió a un tal Moisés, según el relato de Robert de Borón) éste fue absorbido por fuerzas subterráneas y desapareció completamente. Hay algunos investigadores que sostienen que esta mesa tenía la capacidad de alargarse si el número de comensales lo exigía. De cualquier modo la Mesa Cuadrada de José de Arimatea, continuadora de la mesa de la Última Cena de Jesús, será el antecedente cristiano de la Tabla Redonda, cuyo diseño habría sido dictado por Merlín. Resulta una curiosidad que en los primeros textos sobre el ciclo no aparezca comentario alguno de la Tabla Redonda, la que solamente es mencionada en la adaptación francesa de la citada Historia de los reyes de Britania de G. Monmouth, escrita por Wace en 1155. Vid. Michelet, V. E. : El secreto de la caballería. Ed. Obelisco, Barcelona, España, 1993. Cfr. Rosaspini, Roberto: Los celtas. Magia, mitos y tradición. Ed. Continente, Buenos Aires, Argentina, 1999.
7 La espada del rayo, “la que corta con dureza”, en bretón Kaledvoulc’h, en galés Caledfwlch, en gaélico Caladbolg, latinizado por Godofredo de Monmouth “Caliburnus”. Es decir, la espada del rey Nuada (galés Nudd) “el de la mano de plata” en las antiguas tradiciones insulares. Vid. Markale, Jean (1996): opus cit., p. 275. Aquella espada que los Tuatha Dé Danann (clanes de la diosa Dana) habían traído de las tierras del norte junto con la lanza mágica, la piedra del destino y el caldero de la abundancia, atributos que también pueden encontrarse en el ciclo del Grial. Según otros autores se trata de la espada invencible del gran Lugh, quien había descendido del cielo a la tierra para luchar contra los gigantes invasores formoré (literalmente “gente que habita bajo el mar”, llamados “goemagog” en el ciclo artúrico) . De cualquier modo constituye un claro componente druídico de la leyenda.
8 Destruida la resistencia céltica en el continente y romanizada una parte importante de las islas Británicas, con el misterioso y fatal desenlace de la Isla Mona (Anglesey) donde la magia druida sucumbió trágicamente frente a las huestes romanas, la presencia del rey Arturo significó para el druidismo y las más arcaicas tradiciones celtas un respiro de más de cien años. Durante ese tiempo un cristianismo sin la atenta guía de Roma inevitablemente iba a alimentarse de un sustrato cultural más antiguo. Las implicaciones del rol jugado por Merlín, símbolo de los últimos herederos de esa aguerrida resistencia espiritual, pueden ser advertidas en esta cautivante gesta arturiana.
9 Pertenece a la tradición cristiana de la historia del Grial, especialmente compilada por los monjes cisterciences.
10 Constituye toda una tradición (junto al Titurel de Albrecht von Scharffenberg y al Wartburgkrieg) que genera variadas vertientes, entre ellas la retomada por Otto Rahn (La cruzada contra el Graal, La corte de Lucifer en Europa); por Julius Evola (El misterio del Grial, opus cit.). Constituye una interpretación que se basa esencialmente en negar las fuentes de los autores cristianos y sostener una mirada más bien centrada en las gestas de la caballería medieval, inspirada en una tradición germánica (que incluye la bella composición clásica de Wagner) y hasta cátara del relato del Grial (la minne y los minnesänger). Según el erudito francés Jean Markale, el Parzifal del autor Bávaro “no tiene nada en común con el héroe primitivo de la tradición céltica” (Vid.Markele, Jean: El ciclo del Grial. Perceval el Galés. Ed. Martínez Roca, Barcelona, España, 1997, p. 17). Otra de las líneas que derivan de Wolfram von Eschenbach es la del escritor contemporáneo Joseph Campbell (Los mitos en el tiempo), aun cuando no participa de la misma mirada que Rahn o Evola. Finalmente no podemos dejar de mencionar la extraordinaria obra de Sir Thomas Malory, La muerte de Arturo, escrita entre los años 1469 y 1470. Vid. Malory, Thomas: Le Morte Darthur, Wordsworth Editions Limited, Kent, Great Britain, 1996.
11 Gwenhwyfar, que significa “fantasma blanco”e incluso “hada blanca”. ¿Recuerda usted al sabio Gandalf y a Arwen, la dama blanca, en el relato de J. R. R. Tolkien?
12 Según algunos Perceval “el que ve por el valle”, sin duda el valle del corazón. Según otros, Parzifal, literalmente “el loco puro”.

2 comentarios:

Unknown dijo...

HOla Raul... sigues siendo el Mago?
Saludos desde el tiempo circular de la existencia .

Lucía

Mariela Rios Ruiz-Tagle dijo...

Genial, documentado y profundo este artículo, acerca de un tema que a mi me fascina. Abrazo lamgen, felicitaciones!

FOTOS DE LA TERRORISTA Y GENOCIDA “DEMOCRACIA Y LIBERTAD” IMPERIALISTA: Abu Ghraib

Vinculo al Artículo: PARTE 1: http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1857/propertyvalue-29448.html PARTE 2: http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1858/article-74429.html